Justicia

Jueza dicta tres meses de prisión a dos policías y dos militares por agresión sexual a una haitiana

La jueza de la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo Este, Karen Casado, dictó tres meses de prisión preventiva como medida de coerción a dos policías y dos militares imputados de agredir sexualmente a una ciudadana haitiana, mientras esta se transportaba en un taxi por la avenida Las Américas, tras salir del Aeropuerto Internacional Las Américas Dr. José Francisco Peña Gómez.

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Los imputados son: la sargento de la Policía Nacional Clara Rosa Yoli Gerónimo, el raso Ronny Alberto Monzón Sánchez, y los miembros de la Armada Dominicana Edwin Yurier Mariñez Araujo y Luis Ángel Taveras Herrera.

El nombre de la víctima se omite por razones de pudor y para proteger su integridad física.

La magistrada ordenó que los imputados Yoli Gerónimo, Monzón Sánchez y Mariñez Araujo cumplan la medida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo-Hombres, en San Cristóbal.

Mientras que el militar Luis Ángel Taveras Herrera deberá cumplir la prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación El Polvorín, ubicado en Villa Mella, Santo Domingo Norte.

De acuerdo con la solicitud de medida de coerción presentada por el Ministerio Público, los acusados, a bordo de una patrulla policial, interceptaron a la víctima cuando se encontraba como pasajera en un taxi en la avenida Las Américas, próximo a un supermercado. Tras identificarse como agentes, obligaron al conductor a detenerse y subieron a la extranjera a la patrulla. Luego, le sustrajeron diez mil pesos mientras daban vueltas por diferentes calles.

Posteriormente, una patrulla motorizada trasladó a la víctima en una motocicleta con el pretexto de llevarla a su casa. Sin embargo, se dirigieron a un lugar oscuro y despoblado en la avenida del Faro, próximo al Mirador Este, donde la agredieron sexualmente.

El documento judicial indica que los imputados, armados, sometieron a la víctima a agresiones físicas y sexuales, sujetándola violentamente por el cuello mientras ella lloraba de impotencia. Tras la violación, la patrulla motorizada finalmente la llevó a su residencia, donde procedió a interponer la denuncia contra los acusa